viernes, 19 de octubre de 2012

Hualfín, Catamarca, Argentina.

“Para las compañías mineras un muerto es solo una cifra”

Mario Adán Páez es el médico rural a cargo de la zona sanitaria de Hualfín, en la provincia de Catamarca, Argentina, que comprende las localidades de Río de las Cuevas, Los Nacimientos y San Fernando, todas ubicadas en la famosa Ruta 40.
Admirador del mítico Ernesto “Che” Guevara, Mario tiene en su haber más de 70 libros del  médico y compatriota latinoamericano. “Yo me sitúo en el contexto social y político de la época y eso me hace quererlo al Che. Igualmente, en algunas cosas no estoy de acuerdo, pero fue un hombre con una gran sensibilidad humana”, opina este médico que atiende a veinte personas por día en su entrañable pueblo catamarqueño y que pone en evidencia el efecto nocivo del trabajo minero en la región.
1) ¿Cuáles son las principales enfermedades o trastornos que atiende en la comunidad?
 Las enfermedades varían de acuerdo a la época del año. En verano prevalecen las diarreas y las patologías parasitarias, sobre todo en los intestinos. En invierno los cuadros respiratorios, bronquitis, bronquiolitos, faringitis, etc., y durante todo el año tenemos enfermedades muy comunes en esta zona como el Mal de Chagas o diabetes.
Además, un problema que afecta no solo a Hualfín sino a la mayoría de los pueblos es el alcoholismo, con accidentes muy frecuentes de moto. Gracias a Dios no tenemos drogas todavía, pero sí altísimos índices de alcoholismo. Yo se lo adjudico, fuera de los problemas familiares y sociales, a que hay un desinterés total por encausar la vida de esos jóvenes. Por ejemplo, la vida deportiva de ellos es nula.  Llega el fin de semana y no tienen otra cosa que hacer que juntarse con los amigos y consumir alcohol, después vienen las peleas y la violencia. Nosotros hacemos prevención pero para sacarlos de ahí no tenemos mucho, deberíamos sacarlos con el deporte, tenerlos el viernes, sábado y domingo en el polideportivo, pero eso ya depende de la municipalidad.
2) Aquí en la zona hay compañías mineras trabajando. ¿Afecta a la salud de los pobladores o trabajadores la minería?

El tema es que hace ya varios años, con el tema de la minería, aumentaron de forma considerable los accidentes de tránsito, porque hay mucho más tráfico en la ruta. Circulan más de 100 camiones y vehículos por día a raíz del trabajo en las minas. Eso trae muchísimos accidentes.
De las enfermedades de los mineros no nos ocupamos nosotros, no tenemos mucha relación, se ocupa la compañía minera. Pero cuando hay accidentes mortales en las minas, tenemos que atenderlos nosotros, por orden judicial, la policía y yo tenemos que ir hasta el lugar. Yo atiendo a los mineros que viven acá en Hualfín.
Con respecto a las enfermedades propiamente dichas, no se ven muchas neumoconiosis como antes, pero si afecciones de columna o riñones, sobre todo en los que manejan camiones y maquinaria pesada, porque tienen mucho traqueteo. La mina afecta nuestro trabajo. Yo se que ellos tienen presupuesto para ayudar en las zonas donde se instalan pero la ayuda  nunca se hizo realidad en Hualfín. Donaron 7 ambulancias a pueblos vecinos pero a nosotros ninguna, y todo por algún problema con el municipio, pero nosotros no tenemos nada que ver, esperábamos recibir algún equipamiento. (Las minas a las que se refiere Mario son La Alumbrera y Farallón Negro).

3) ¿Trae consecuencias ambientales el trabajo en las minas?

Obviamente que la mina está cambiando el paisaje. Por ejemplo, Hualfín está ubicado sobre una ruta de tierra y ahora hay mucho polvillo, por lo que aumentó muchísimo la cantidad de gente que consulta por alergias. En cuanto al agua no tenemos información confiable ya que depende de quién haga el análisis. Si el relevamiento se realiza desde la misma compañía minera, generalmente el resultado no va a ser de impacto negativo, pero si uno escucha a los ambientalistas, estos suelen dar cifras alarmantes. Yo creo que por más cuidado que se tome, las consecuencias nunca van a ser del todo positivas para el ambiente. Pero creo que nadie puede negar lo negativo del uso y abuso del agua.  Están sacando 5 millones de litros por día de las napas subterráneas que están orientadas hacia Santa María (pueblo vecino), en ese sentido a nosotros no nos afecta pero a ellos si. Supuestamente recuperan un porcentaje altísimo, pero no es lo mismo, además ellos trabajan con productos totalmente tóxicos. El tema es que son empresas extranjeras que ven la parte económica, la parte humana no les importa, para ellos un muerto es una cifra. 
 4) ¿Cómo descubrió su vocación por la medicina?

Desde niño que quería ser médico, por influencia de mi padre que siempre soñaba con que estudiara medicina, pero me influía de buena manera, a él le gustaba el fútbol y sobre todo Estudiantes de la Plata, entonces me decía que estudie medicina y que jugara en Estudiantes. Cuando terminé la secundaria en San Juan, estudié en la Universidad Nacional de Córdoba, me recibí de médico y después hice un año de residencia en obstetricia. 

5) ¿Cómo llegó a Hualfín?

Llegué aquí a través de un médico amigo, de Andalgalá, un pueblo cerca de aquí.  Me estimuló para venir acá. Yo ya tenía una propuesta concreta para ir a Caleta Olivia (en Santa Cruz), pero me convenció para venir. Aquí conocí a mi señora, que era maestra. Según los historiadores Hualfín quiere decir “Mal fin” en Quechua, no se que le vieron de malo, pero para mi fue malísimo, me casé acá (se ríe). Yo vine sin conocer, medio engañado por mi amigo y el ex gobernador de la provincia que era de Andalgalá. Como no duraban los médicos en esta zona me tuvieron un mes en Catamarca, después un mes en Belén y recién ahí me trajeron acá ya más aclimatado, y les salió bien, estoy hace 27 años. A mi me gusta, desde chico quise ser médico rural, para mi la medicina privada se convirtió en un mero comercio, ya supera los límites, por supuesto se hace plata. Lo veo en Belén. Hay un ambiente feo, de guerra entre los mismos médicos, a mi me gusta estar en paz, la plata puede ayudar pero no es lo más importante, yo a mis hijos les digo siempre eso, que lo más importante no pasa por la plata.

6) ¿Cómo fueron sus comienzos como médico en el pueblo?

Empecé sólo, con 25 años y dos de experiencia. Prácticamente armé el hospital, no había médicos permanentes antes. Le tomé cariño, si me voy 10 días de vacaciones ya extraño. Hay mujeres a quienes  les atendí los hijos y ahora a los nietos. En esa época los problemas eran diferentes, las enfermedades eran las mismas, pero en cuanto al comportamiento era diferente, había más respeto en los jóvenes, eran más dóciles. Era distinta la vida, la juventud ha cambiado. Yo noté el cambio cuando apareció la televisión. Los chicos han modificado el modo de hablar, de contestar,  de comportarse, es notable el cambio.

7) ¿Continúa capacitándose en su profesión?

Tenemos cursos periódicamente en Belén o en Catamarca,  generalmente con gente que viene de Nación o de provincia. También recibimos las cajas del programa “Remediar”, que vienen con distintos temas, por ejemplo en el ultimo ejemplar hemos tenido cursos sobre diarrea infantil, Chagas y control del niño sano.

8) ¿Cuál es el rol del Estado con respecto a la salud en Hualfín?

En estos pueblos lo que es clave es el rol de la municipalidad, porque es la única fuente que tenemos para acudir, no hay ONG´S u otras instituciones que socorran al necesitado. La municipalidad recibe la co participación, cosa que me excede y ellos se manejan como les parece. El problema es que siempre el intendente es contrario al partido del gobierno provincial, y esto no ayuda.

9) ¿Cree que las herramientas con las que cuenta el hospital son suficientes para trabajar?

Creo que en cuanto a equipamiento y aspectos edilicios estamos bien. El tema pasa por el aspecto humano. Hay poco personal, por jubilaciones y distintos motivos. No se han hecho reemplazos y es muy difícil traer médicos aquí.
En este momento tenemos solo dos enfermeras y un solo chofer. Nosotros hicimos las gestiones correspondientes, elegimos el personal pero no tuvimos respuesta del ministerio de salud. No se si es un tema económico o burocrático. Si hay alguna urgencia tengo que salir yo y por ende, se queda la enfermera y nos comunicamos por radio.

10) ¿Qué es lo que más disfruta de su profesión?

La verdad que disfruto de todo. Hay amarguras como en todas las profesiones, por supuesto, pero tenés muchas satisfacciones, que te llenan en lo espiritual. Por ejemplo, hace unos años una madre acude desesperada con su hijito de 3 años que se había atorado con un pedazo de carne y estaba inconciente. Logré salvarlo. Lo increíble de esto es que este chico, sin saber nada, como algo instintivo, hoy en día cuando me ve, me abraza y me besa, sin saber nada eh, eso me emociona mucho. O bien una viejita que el único pan que tiene me lo trae, que no viene enferma, sólo viene a regalarme eso, porque lindo es dar cuando duele, no cuando sobra. Todos esos gestos reconfortan. Ahí me digo lo bueno que es estar en un lugar como este. Yo conozco a todos con nombre y apellido y no hay casa a la que no haya entrado. 

 Mario junto al equipo de médicos del centro de salud.

La entrevista se ha llevado a cabo fuera del horario laboral de Mario. Sin embargo, durante las tres horas de la misma, varias personas han tocado a la puerta de este médico para consultar por diferentes motivos. Mario, sin dudarlo, recibió a cada una de ellas, dejando en evidencia su compromiso y amor por esta profesión y a su vez, dejando abierta la siguiente pregunta ¿Cuál es el límite que Mario, como tantos otros médicos rurales, debe establecer entre su tiempo personal y el laboral?

No hay comentarios:

Publicar un comentario